Ogaden también es conocido como Región Occidental Somalí u Ogadenia. Está situado en la región más occidental de Etiopía y tiene fronteras con Djibouti al norte, Kenia al suroeste y Somalia al norte, este y sur. La capital de la región ha sido Jijiga desde 1994.
Demográficamente la región es dominada por la etnia Somalí, la cual constituye cerca del 95% de toda la población. Ellos han buscado durante mucho tiempo la cooperación con el resto de Somalia y terminar con años de ocupación etíope. Estos sentimientos ofrecieron gran parte del antagonismo hacia la guerra Ogaden, en los años setenta del siglo XX, cuando Somalia invadió Etiopía, en apoyo a las guerrillas locales.
La región tiene una población estimada en casi 4,5 millones de personas. Cerca del 98% de ella es musulmana. Debido a los años de guerra y a la negligencia por parte del gobierno etíope, la calidad de vida en la región Ogaden se ha visto muy deteriorada. Como promedio, en cada casa viven casi 7 personas; el acceso al agua potable es muy limitado (apenas el 38% de la población). La tasa de analfabetismo es elevadísima y la mortalidad infantil es de 57 por cada 1000 nacidos vivos.


La Organización de las Naciones Unidas no Representadas (UUN) ha condenado, en repetidas ocasiones, la violencia por parte de las Fuerzas Armadas etíopes y la marginalización de los somalíes en Ogaden. Las decisiones sobre la soberanía no pueden adoptarse a partir de la fuerza, sino en la mesa de negociaciones, en la que prime el respeto hacia los principios de autodeterminación, democracia y tolerancia. La UUN considera que la población de Ogaden es la única con potestad para decidir sobre su futuro.
Una de las organizaciones más importantes de la región y que lucha por la autodeterminación de Ogaden es el Frente de Liberación Nacional de Ogaden. Ellos han exigido ante organismos internacionales que cese la hostilidad en contra de su pueblo y que se les conceda el derecho a la autodeterminación, así como la necesidad de poner fin a la ocupación armada etíope. El Pueblo Ogaden, como una nación soberana, tiene el derecho a controlar su destino y el Frente asegura que la lucha continuará mientras Etiopía siga intransigente a conceder los derechos y deseos del Pueblo de Ogaden. El Frente ha llamado a no participar en las farsas electorales a las que convoca Etiopía, porque considera que esto es solo una operación de relaciones públicas, para calmar a la opinión pública internacional y que oculta la naturaleza colonial del régimen etíope.
La lucha del Pueblo de Ogaden y su movimiento está encaminada a obtener el derecho a la autodeterminación. Ese Pueblo nunca ha sido, histórica o políticamente, parte de Etiopía. Además, ellos abogan porque se aplique el capítulo de las Naciones Unidas y sus resoluciones en las que se llama a la eliminación del colonialismo.