La mayoría del pueblo húngaro en Rumanía vive en Székely Land o Szeklerland, en la región de Transilvania. El área tiene fronteras con las Montañas de los Carpatos al este y al sur, con Ucrania al norte, con Hungría al este y con diversos territorios que pertenecían a la desaparecida Yugoslavia al suroeste.
De acuerdo con el último censo de población realizado en Rumanía, más de 1,5 millones de personas (6,6% del total de la población rumana) se consideraba a sí misma “húngara”. Los húngaros en Rumanía constituyen el 20% de la población en Transilvania y ellos conforman una mayoría en la Región Szekler (los condados de Hargita y Kovászna). De las 22 minorías étnicas en Rumanía, los húngaros constituyen la mayor de esas minorías.
Transilvania es una de las regiones más avanzadas económicamente en Rumanía. Sus principales riquezas se concentran en los recursos minerales, entre los que se encuentra el lignito, hierro, magnesio, oro, cobre, gas natural. Existen diversas industrias de acero, químicas y textiles. La agricultura, la producción de vino y el cultivo de frutales son otros importantes sectores económicos. Transilvania representa cerca del 35% del PIB de Rumanía.


No pocos húngaros en Rumanía exigen la autonomía de ese Pueblo, por diversas razones, entre las que se encuentran:
- La carencia de representación étnica en todas las áreas de la sociedad. Las posiciones gubernamentales principales se llenan solamente de las personas de étnica rumana
- A los húngaros no se les otorga acceso a las siguientes posiciones: Personal oficial en el ejército rumano, la policía y la policía secreta, Personal funcionario de instituciones como Tribunales de Justicia, las oficinas públicas o de la fiscalía, de las prefecturas, de las autoridades penales, de las autoridades de revisión y control
- Discriminación de las organizaciones húngaras en favor de instituciones nacionalistas rumanas y de partidos políticos rumanos
- Patrocinio del gobierno a la colonización realizada por la iglesia ortodoxa rumana en las regiones pobladas principalmente por la etnia húngara de religión católica, calvinista o luterana.
- Se obstruye el uso de símbolos nacionales y culturales de los húngaros.
- Se prohíbe o se restringe el uso del color nacional y del himno nacional húngaro.
- Limitación de los derechos de asamblea pacífica y libertad de expresión

- Leyes electorales dictatoriales y leyes dictatoriales para la regulación de partidos políticos. La ley que regula los partidos políticos en Rumanía se formula de tal manera que es imposible formar partidos políticos que representen a Transilvania.
- Prohibición de la autodeterminación étnica, prohibición de la autonomía.
- De los impuestos anuales recogidos, se asigna mucho más a la ciudad de Bucarest que a toda Transilvania.
Con la caída del régimen comunista que presidía Ceacescu, se formó la Alianza Democrática para los húngaros en Rumanía (conocida por sus siglas en inglés, DAHR), [www.dahr.ro] la cual representa los intereses de esa minoría.
Después de los resultados obtenidos en sucesivas elecciones, realizadas a partir de 1990, la DAHR se ha convertido en un factor importante en la vida política rumana, porque ha asumido el difícil rol de reforzar el sistema democrático rumano y la promoción de las reformas sociales y económicas.
Entre los objetivos fundamentales de la DAHR se encuentran:
- continuar con la lucha por el respeto y reconocimiento internacional hacia las libertades fundamentales de la comunidad húngara en Rumanía
- desarrollar las condiciones sociales que le permitan a los ciudadanos asumir libremente y preservar su identidad étnica
- aumentar la autonomía de las administraciones públicas locales y las comunidades locales, basadas en el principio de autogobierno
- codificar el estatus legal de las minorías nacionales, a partir de otras prácticas asumidas en Europa que incluyen la implementación de diferentes formas de autonomía.
- garantizar que la minoría húngara pueda utilizar su lengua materna en privado y en la vida pública
- el establecimiento de un sistema independiente de instituciones culturales